"Siempre tenemos algo para contarles" Este fin de semana el equipo de natación volvió a demostrar que la grandeza no siempre depende de los recursos, ni de las condiciones, ni de los caminos fáciles. A veces —y este fue el caso— depende del corazón. El grupo viajó con una sensación difícil: la incertidumbre sobre si podrán seguir el próximo año. La continuidad no está garantizada y, aun así, cada nadador eligió subirse al micro con la ilusión intacta. El 2025 fue un año de objetivos cumplidos, incluso cuando el panorama estaba lejos de ser ideal. Los últimos cuatro meses no permitieron entrenar como el equipo necesitaba, y eso se vio reflejado en varias descalificaciones en el estilo espalda. Fue un golpe, sí. Pero también fue una lección. Los banderines en la pileta no son un detalle menor: son parte esencial de la técnica, del reglamento y del respeto a la disciplina. Lo mejor de todo fue la reacción del equipo. Los nadadores entendieron el mensaje, lo hicieron propio y de...